Google me ha secuestrado

6/1/2016 ☼ Googleapps

Google MonopolyGoogle Monopoly

Con mi consentimiento. Cada día soy más google céntrico a pesar de ser consciente de que no es una buena decisión confiar toda mi actividad digital a un solo partner, y sobretodo a uno tan potente, pero es que …son muy buenos.

Empecemos por el final. Esta semana decidí probar e incorporar Play Books, la aplicación de Google para leer libros. Leo mucho y de muchos temas. Cada día leo más. Creo en la interdisciplinariedad. La capacidad de conectar diferentes conceptos de diferentes especialidades. De ahí surge la innovación. Y para ello creo que se ha de leer y estudiar de todo un mucho. Debo de estar muy equivocado ya que estamos en un mundo de superespecialistas. Play Books es la enésima app de Google que utilizo.

¿Cómo he llegado hasta aquí?

Todo empezó hace más de diez años cuando mi portátil con Windows decidió sin preaviso dejarme tirado. Eran épocas en las que no se hablaba de cloud y los reformateos de ordenadores eran el pan de cada día. Una operación que duraba varias horas, del que necesitabas los cd de todo tu software, y si no habías hecho backups, tenías un problema. Después de muchas horas tratando de recuperar un fichero .pst (Outlook) corrupto, decidí abrir una cuenta de Gmail. Ya tenía un hotmail, pero Gmail ofrecía 1G!! de almacenamiento. Y sin necesidad de configurar nada. Diez años después los sistemas operativos son irrelevantes y lo que cuenta es el navegador. Por eso un Chromebook con el que estoy encantado y que sería mi equipo principal si tuviera una pantalla de mejor calidad.

A Gmail le siguió Reader para seguir rss. No era un portento de diseño (en aquella época Google no prestaba atención al diseño) pero cumplía con creces con su función. Minimalista e intuitivo, algo que también tiene Feedly por lo que no echo de menos a Reader. Después vino Chrome, un navegador que acostumbrado a Explorer y Firefox me pareció una bocanada de aire fresco. Minimalista y veloz. Y con pestañas independientes de forma que cuando se colgaba” una podías seguir con las otras sin necesidad de reiniciar el navegador. Revolucionario para su época. ¿Se necesita algo más? Con el tiempo Chrome también se ha convertido en un navegador demasiado pesado y con un consumo excesivo de memoria. Google está en ello.

Con Chrome vino también Calendar. Me permite tener varios calendarios y sincronizarlo con gente diversa. Aquí la única pega es que a mi mujer también le encanta y no deja de llenar de eventos el Calendario Familia”. Es una pestaña fija abierta en Chrome.

Dos años después en la transición a OS X se cayó Office. No estaba dispuesto a pagar las licencias habiendo alternativas dignas (lo siento pero Openoffice no lo era) con Google Docs y Spreadsheets. Las apps de Google de productividad han evolucionado hasta convertirse en un Office con toda su potencia, y con muchas ventajas. iWork nunca fue una opción. Todo muy bonito y visual, pero poco funcional y falta de prestaciones. Quizás para un usuario básico puede funcionar. Pero si eres cinturón negro de tablas pivotantes y necesitas funciones avanzadas, no sirve. Y viendo los ritmos de evolución de la suite, mucho me temo que es un cadaver. Por lo que mi vida está en Drive.

Dropbox también está en la lista de víctimas. He sido una gran admirador y usuario del servicio de almacenamiento en la nube. Fue pionero en resolver el problema del intercambio de información digital de forma cómoda y fácil. Hasta entonces siempre llevábamos encima un pendrive para poder intercambiar archivos. Incómodo y poco fiable. Dropbox era un sueño hecho realidad. Un gran producto con una interacción conocida y por tanto sin curva de aprendizaje. Instalar y zas, una carpeta más en tu explorador de ficheros. Hasta la fecha no he parado de recomendarlo a nuevos usuarios y he conseguido unos buenos gigas por ello. Pero lo que en su momento fue revolucionario, ahora es un commodity. Hay decenas de servicios similares y que ofrecen lo mismo más barato. No recuerdo como conseguí 50G gratis en Box, que utilizo de backup. Luego está OneDrive que hasta hace poco ofrecían espacio ilimitado (cuando llegas tarde y ofreces lo mismo, el precio es la única variable diferencial). Y luego está el fallido iCloud, SugarSync, y unos cuantos más. Al final Steve Jobs tendrá razón cuando afirmó que Dropbox era más una prestación que un producto. Ahora el almacenamiento cloud es un básico presente en muchos servicios. Dropbox lo sabe desde hace tiempo e intenta virar al concepto de colaboración empresarial, pero en este segmento hay jugadores muy establecidos, fuertes y enfocados desde el primer momento en el mundo corporativo. Mi apuesta es que el acuerdo de colaboración entre Microsoft y Dropbox acabará en compra/venta. Dropbox está en un callejón sin salida y dificilmente puede justificar su valoración sin una venta, y OneDrive llega muy tarde. Como viene siendo habitual ultimamente en Microsoft. Un Win- Win para ambas partes.

Usuario de pago de Google, un punto de inflexión

El desencadenante del cambio a Drive fue llegar al máximo de espacio gratuito en Gmail. Me pasó hace años pero iba trampeando haciendo limpieza de mi email. Este año ya no ha sido posible y me he convertido en usuario de pago. Ahora tengo 100G por $1,99/mes. El precio de un café. Y al ser espacio Google automáticamente los puedo disfrutar en Drive (esas sinergías del ecosistema). Drive me iba gustando cada vez más, pero tener espacio ilimitado” y llegar a mi tope de 15G en Dropbox, ha facilitado la decisión. Sigo con Dropbox pero ahora ni me planteo pagar por él. No tengo ningún incentivo.

Más madera: Utilizo muy a menudo Google Translator. Me sirve para chequear gramática en catalán e inglés, y hacer traducciones al francés. Las faltas de ortografía es algo con lo que no puedo convivir. Maps es mi GPS. De hecho suele incluirlo en mis eventos de calendar de esta forma tengo toda la información en un mismo servicio. Probé los mapas de Apple, pero me parecieron una broma al lado de Maps. Seguramente habrán mejorado mucho, pero Maps con su generador de itinerarios, Street View (me ayudo en la búsqueda de piso) lo tiene todo. Otra vez, no tengo ningún incentivo para cambiar.

Mi flujo para libros y artículos es diferente. Para descubrir artículos, utilizó principalmente Twitter, Medium, unas sesenta rss que agrupo en Feedly (después de que Google nos dejase tirados cerrando Reader). Lo que no puedo leer en ese momento lo envío a Pocket, y cuando lo leo utilizo Diigo para resaltar texto y como repositorio final de mi conocimiento. Una pena que en Pocket no se pueda resaltar ni guardar texto, ni que Diigo tenga apps decentes para poder usarlo en dispositivos móviles.

En cuanto a los libros, en todos mis dispositivos (MacBook Pro, iPad Air y Mini, Chromebook y One Plus) tengo descargadas la app de Kindle, iBook (no en android) y Play Books anteriormente citado. El problema de Kindle es que no te deja sacar los resaltados de su plataforma. O no es lo suficientemente intuitivo para saber utilizarlo sin aprendizaje. Y no quiero aprender teniendo alternativas. Otro secuestro. Y los contras de iBooks se llaman iTunes y iCloud servicios mediocres comparados con sus competidores. En cambio con Play Books los resaltados se guardan y actualizan directamente en Google Docs: mi suite de productividad por excelencia. Y aquí radica uno de los principales problemas de la internet actual: las plataformas actúan como agujeros negros que todo lo absorben, restando diversidad y capacidad de descubrimiento.

La long tail no es tan long como se pensaba.

Estas plataformas (apple, facebook, twitter, google, amazon, microsoft) crean sinergías entre sus productos que acaban generando ecosistemas de los cuáles es difícil salir si quieres disfrutar al máximo de sus ventajas. Lo que ha hecho Apple toda la vida con su bundle hardware + software, ahora se extiende a los grandes de internet. Y es lo que me pasa con Google.

El 2015 que acabamos de cerrar ha supuesto la incorporación de nuevos servicios Google: Keep para tomar notas. De una simplicidad y potencia brutal. Me permite compartir Cards con gente diversa, tomar notas de voz, fotos, etc. Y además con apps multiplataforma. Se adaptó perfectamente a mi flujo de trabajo. Luego vino la compra de un Chromecast y el consumo masivo de YouTube. Hasta entonces YouTube era un recurso más de búsqueda, ahora es un servicio de entretenimiento que ha capturado cuota de pantalla en mi televisor. Y los vídeos descargados los puedo tirar” a la tele desde Chrome. Bueno, bonito y barato.

Pero la gran estrella del año ha sido Google Photos. Un servicio de una simplicidad y belleza tal que parece mentira que haya llegado en el 2015. En su momento Carousel de Dropbox me gustó mucho. Mostraba las fotos de tu carpeta de dropbox en formato slider. Fácil y visual, pero Carousel no ha evolucionado, y de hecho hace unas semanas Dropbox anunció que discontinuaba el servicio. Demasiados recursos dedicados a un producto no monetizable. Photos permite crear albums de forma intuitiva y con dos clicks. Sube tus fotos de forma automática desde la cámara (algo que dropbox también hace). Se puede sincronizar con Drive. Espacio de sobras. Almacena fotos en alta calidad. Además te propone de forma automática composiciones (creations) estilo animaciones o fotos panorámicas. En muchas ocasiones muy acertadas. Mucha inteligencia bajo este servicio. Y como siempre todo ello GRATIS(para mi pagar a Google $1.99/mes por todos lo que utilizo es lo mismo que gratis).

Posibles futuras incorporaciones

He empezado a probar Google Fit como cuantificador de fitness. No es un servicio imprescindible, pero estaba disponible en mi móvil. Desde que decidí bajar del coche para subirme a la bicicleta y andar más para moverme en la ciudad, me sirve para tener analíticas básicas de mi ejercicio. Veremos como evoluciona.

¿Qué se ha salvado de la quema? …de momento

Pues varios apps y servicios donde Google todavía no está presente. Los comentados Pocket y Diigo para gestionar las lecturas. Trello para gestionar proyectos en los que participo, y mis objetivos profesionales y personales. Me gusta el método Kanban, y la calidad de sus apps. He probado servicios similares (Asana, Redmine) pero de momento Trello es la que se adapta mejor a mis necesidades.

Simplenote para tomar notas más elaboradas. Mi lucha por encontrar el flujo perfecto para tomar notas no tiene fin. Lo he probado todo, del analógico al digital, y actualmente utilizo un mix de herramientas sin acabar de decidirme por ninguna. De Simplenote me encanta su simplicidad: tiene la prestaciones básicas y suficientes, su sistema de sincronización es instantáneo y robusto, y además es compatible con Markdown, un estilo de escritura que me gusta mucho por su productividad. Tiene buenas apps multiplataforma. A mejorar, incorporar Markdown a sus apps y mejorar la función de búsqueda. Pero es una gran app que cumple con lo que se necesita sin las florituras de Evernote (con la que tras tres intentos nunca he podido incorporarla).

Otras apps básicas son WhatsApp y Telegram para mensajería instantánea. Me gusta más la segunda, sobretodo por su web app y los bots, pero mi red está principalmente en WhatsApp. Skype para videoconferencia y chats que compagino con Hangout (también de Google) dependiendo de mi interlocutor. Twitter para descubrir lecturas e interaccionar con perfiles de interés. Facebook la deseché hace unos cuántos meses. No me aporta nada salvo ruido. Mediumcomo plataforma para escribir. Uno de mis propósitos del año es escribir todo lo que pueda y en eso estamos. Y Medium me parece un gran servicio para centrarse en escribir sin necesidad de preocuparme por abrir un blog, dominio, etc… además de la posibilidad de construir comunidad en torno a las publicaciones.

Pinterest y LinkedIn son otras redes sociales que consulto de forma habitual. La primera para buscar inspiración. Sin ideas preconcebidas. Y LinkedIn para temas profesionales y cada vez más, para encontrar artículos sobre management y tecnología. La compra de Pulse empieza a dar sus réditos.

Por último Podcast Addict para gestionar los podcasts que escucho. Andar me permite dedicar tiempo a podcasts que valen mucho la pena (recomiendo el de Tim Ferriss). Música con Spotify. Su playlist“Descubrimientos Semanales” es imbatible. Desconozco si Play Musices bueno o malo. No lo he probado nunca y de momento no tengo la intención.

Hardware

En cuanto a hardware soy muy de Apple principalmente en tablets y ordenadores. Sus máquinas son robustas y están muy bien diseñadas. Caras pero duraderas y con un buen mercado de segunda mano que te permite recuperar una buena parte de la inversión. De momento no pienso en volver a Windows (acabo de comprarle un Lumia a mi mujer y tras una semana de uso lo he devuelto. Está muy verde) a pesar de que Surface me parece el futuro de los portátiles. Chromebook es una gran herramienta para personas como yo que viven en Google, pero sus pantallas son malas. No es una crítica ya que por 200–300 euros no puedes pedir más. Y por encima de ese rango de precio no se vendería ninguno. Recuerdo una conversación con un dependiente de una gran superficie comercial especializada en electrónica, y tenía nula confianza en vender ni uno. Si el vendedor no confía en el producto su profecía será autocumplida. Pero los Chromebook son grandes máquinas y tendrán un hueco importante en el mercado. Si estáis pensando en comprar un ordenador a un hijo adolescente, es una gran alternativa.

En móviles es otra cuestión. No estoy dispuesto a pagar 600–700 euro por un iPhone. Y siendo un usuario intensivo de Google, ¿qué sentido tiene utilizar iOS? Y a diferencia de los tablets, hay smartphones con Android fabulosos. Me inicié con la primera generación de Nexus, luego un Samsung Galaxy y ahora con OnePlus One. Una maravilla a un gran precio. Me cuesta entender que se vean tan pocos. Será su distribución exclusiva sólo por internet, el desconocimiento de la marca o el sistema de invitaciones. Pero son grandes dispositivos. Si tuviese que cambiarlo optaría por la segunda generación. Mismas prestaciones que un Galaxy de gama alta a la mitad de precio. No brainer.

Yo soy tu siervo

Después de todo lo anterior, me he rendido a Google. Soy tuyo, tómame. El lado oscuro de la fuerza es muy poderoso. La productividad y la pereza de las acciones añadidas necesarias para utilizar otros servicios han podido conmigo. Prometo volver a probar Google+. He de confesar que en una tarde de debilidad le dediqué un tiempo, pero no pude. Pero lo seguiré intentando. En cuanto a Blogger, espero que me perdones pero se ha quedado desfasado. En su momento tuve un blog con vosotros, pero mantenerlo requiere mucha constancia y paciencia. Y no era mi momento. Ahora me parece volver al pasado intentarlo de nuevo. Medium es el futuro.

Y ya que estamos, os pediría que compréis Twitter. En temas sociales andáis un poco cojos y Twitter puede encajar perfectamente para búsquedas LIVE entre otras cosas. Twitter tiene mucho futuro como herramienta de comunicación y está en pañales en cuanto a monetización. Tiene mucho potencial. Daros prisa ante de que eliminen los 140 caracteres para pasar a ser una mala imitación de facebook.

Sin más, se despide vuestro siervo.