5G: ¿ The Next Big Think o humo marketiniano?
5G: ¿The Next Big Think o humo marketiniano?

La tecnología 5G fue la gran estrella del pasado Mobile World Congress (MWC) celebrado en pasado mes de febrero en Barcelona. 5G son las siglas para referirse a la quinta generación de tecnologías móviles sucesora de la 4G que es la más utilizada actualmente. Sintéticamente, la tecnología 5G promete un salto cualitativo en cuanto a la conectividad de las redes tanto en velocidad, seguridad como en la calidad de la señal utilizando espectros de ondas de muy alta frecuencia. Estas nuevas tecnologías configurarán la infraestructura tecnológica que ha de permitir el auge de nuevos servicios y productos muchos de ellos relacionados con tendencias tecnológicas como el Internet of Things (IoT), Realidad Aumentada (AR), Realidad Virtual (VR) y la Inteligencia Artificial (IA) entre otras, que también tendrán un protagonismo importante durante el MWC 2019. La esperanza es que la tecnología 5G sea tan revolucionaría como lo fueron las tecnologías de banda ancha (DSL) en su día para la expansión de nuevos servicios y productos en la red. Hay muchas expectativas por ver y probar los primeros dispositivos que soporten 5G para comprobar si las promesas devienen realidades.
Durante el Mobile muchos fabricantes de terminales (Samsung y LG han sido los primeros) presentaron modelos con prestaciones 5G. También fabricantes de chips como Qualcomm e Intel están trabajando en procesadores y modems que permitan las comunicaciones 5G. Después del MWC las compañías de telecomunicaciones se han lanzado a la carrera por ver quien ofrece antes el servicio 5G a sus usuarios. Se nos ha vendido que el 5G iba a ser revolucionario y la tecnología iba a estar en el mercado inmediatamente, pero parece que la realidad es muy diferente.
Hace un par de semanas el CEO de T-Mobile uno de los principales operadores en los EE.UU afirmó que el 5G solo sería posible en las áreas densamente pobladas, es decir las ciudades. Esto deja al mundo rural fuera de esta tecnología. Básicamente esto es así ya que el despliegue de una red que permita conectividad 5G requiere una nueva arquitectura con nuevo hardware a instalar por parte de las telco, y son inversiones muy importantes.
Asimismo AT&T ha sido acusada de comercializar servicio 5G con las prestaciones del 4G. Por lo que parece, AT&T lo único que ha hecho es cambiar el logo de conectividad 4G que nos aparece en nuestros terminales por uno de 5G, con una conexión mucho más lenta que algunos de sus rivales.
También parece que los pocos terminales que se están comercializando bajo la promesa de conectividad 5G tampoco están preparados para la prometida red 5G, es decir la que ofrece velocidades extremadamente altas en descarga y carga de datos.
El único atisbo de 5G lo tenemos en China, donde Huawei parece ir un paso por delante del resto de fabricantes en la implementación de esta redes de alta velocidad. Hace tiempo que Europa perdió el tren de la alta tecnología. Ahora es una lucha de dos (EE.UU y China) y esta última parece llevar ventaja. Tiene sentido sí lo que pretendes es controlar todos los movimientos de la población mediante la instalación masiva de videocámaras con tecnología de reconocimiento facial. Quizás es por ello que los EE.UU están tan beligerantes con las compañías tecnológicas chinas. Los primeros aducen razones de espionajes, los segundos que es una batalla tecnológica. Seguramente habrá un poco de ambos, pero China es la potencia tecnológica del mundo, y cada vez más ese poderío será visible.
La rivalidad competitiva del sector de las telecomunicaciones obliga a tener que vender grandes expectativas para poder dar alas a la demanda tanto de negocios como de particulares. Esta competencia y la aceleración de la tecnología hace que el departamento de marketing a veces se exceda en sus promesas. El 5G llegará y todo apunta a que será revolucionario. Pero habrá que esperar unos años. Todavía no.